EL CACHORRO. LOS PRIMEROS PASOS

Adoptar o acoger a un cachorro es una gran responsabilidad que requiere una dedicación casi plena. A cambio, si las cosas se hacen bien, podremos disfrutar durante años del perfecto compañero.
No existe una edad universal que determine el final de la etapa de cachorro ya que depende de la raza y del desarrollo de cada individuo.
A grandes rasgos, si tenemos en cuenta el físico, diremos que estamos ante un cachorro cuando el perro tiene menos de 9 meses (en razas pequeñas) o de 18 meses (en razas grandes).
Pero desde el punto de vista de desarrollo cognitivo y emocional, que para nosotros es más importante, un cachorro sería un perro por debajo de 6-8 meses, dependiendo de la raza. Después empezaría algo parecido a la adolescencia humana y a partir de los 24 meses comenzaría la adultez, en la que irá avanzando y si le dejamos crecer mentalmente de manera adecuada, entorno a los 4 años podemos tener perro adulto cognitiva y emocionalmente.


Consideraciones generales a tener siempre presente:

  • El contacto es de vital importancia a edades tempranas, por lo que debe ser habitual, en silencio, calmado y evitando agobiar al perro con exceso de caricias o yendo acoger al perro cuando está descansando o tranquilo. La observación te dirá qué cosas gustan o no a tu perro.
  • Es importante que lo que exigimos al perro sea adecuado a la etapa en la que se encuentra y a su capacidad. Exigir a un perro de 3 meses una conducta higiénica perfecta o exigir a un perro de 5 meses que no tire de la correa al ver a otro perro, son ejemplos de exigencias no adecuadas a la etapa en la que está el cachorro.

Así mismo demasiado control no permite al perro relajarse y subirá los niveles de estrés pudiendo provocar conductas indeseadas (como sobreexcitación, exceso de intensidad general, ...). 

  • El descanso de calidad es fundamental, para tener un estado físico y emocional saludables. Los cachorros pueden llegar a dormir hasta 20h y los perros adultos unas 16h. ES PRIORITARIO QUE NO SE LE MOLESTE MIENTRAS ESTÁ TRANQUILO (nada de cogerlo, ir a acariciando, llamarlo, etc en esos momentos de tranquilidad). 
  • Es importante aprender sobre comunicación canina para mantener una convivencia de calidad para ambos.
Lectura recomendada: El lenguaje de los perros. Las señales de calma de Turid Rugaas. 
https://youtu.be/QJtlY1VcgZk

Durante los primeros 3 meses de vida se generan las bases sobre las que se asentará la confianza en sí mismo y la capacidad de independencia que serán fundamentales para que pueda llegar a ser un perro adulto equilibrado.


Los dos primeros meses

Dos cosas son fundamentales para cubrir las necesidades en este periodo:


  • La madriguera. Que deberá ser un lugar limpio, limitado (que no se salgan fácilmente), tranquilo, con estímulos neutros, luz tenue y temperatura adecuada (si prefieren estar separados es probable que la temperatura sea elevada). Sobre los 30 o 40 días empezarán a ser más activos y a realizar exploraciones cercanas por fuera de la madriguera, para ir paulatinamente entrando en la siguiente etapa denominada exploración oral. Comenzarán también a probar alimento sólido, sin dejar de mamar.
  • La madre. Cubrirá sus necesidades de alimento e higiene así como sus necesidades cognitivas y de seguridad mediante el contacto (casi no se separará de ellos durante las 2 primeras semanas). 
En esta fase las personas debemos mantenernos en un segundo plano, dejando hacer a la madre y los hermanos.

Sobre los 2 meses se produce un periodo de miedo, que son momentos en la vida del perro (debería durar una o dos semanas) en los que algunos perros se pueden sentir inseguros y es un mal momento para grandes novedades o presentaciones o cambios de hogar.



Del segundo al tercer mes


Sigue siendo fundamental que el cachorro siga en contacto con la madre y los hermanos.
Este periodo se denominada “etapa de exploración oral”, en ella los cachorros empiezan a exploran de una manera activa el entorno de la madriguera.
Las primeras exploraciones y juegos serán cortos seguidos de largos descansos que inicialmente serán en la madriguera, pero poco a poco los cachorros irán adquiriendo más confianza y descasarán a ratos fuera.
En estas salidas los cachorros huelen, basurean, mordisquean algo, lo sueltan, lo vuelven a mordisquear,…, mezclando esa exploración del entorno con juegos con los hermanos, con la madre, ...
Estos juegos estarán basados en lo que llamamos “mordisqueo social”. Con todo ello aprenden algo fundamental como es el manejo de la boca y el control de la mordida, al tiempo que descubren el entorno cercano (olores, ruidos, formas, etc.) y van fortaleciendo la confianza.
Aquí el humano, que estará en un segundo plano, procurará que el entorno sea adecuado para esta etapa, ni muy estimulante, ni pobre:
  • Si fuera estimulante en exceso, (muchos menores, ruidos altos, manipulaciones excesivas, …) les costará pasar del juego o la exploración al tan necesario descanso. Hay procuraremos retirar parte de esa exposición a los estímulos.
  • De la misma manera, si el entorno es muy pobre, deberemos enriquecerlo llevando cosas para investigar, olfatear y mordisquear (palos, piedras, hojas, juguetes, plumas, cartones,…), para que las encuentren por sí mismos y a su ritmo. Las iremos cambiando de vez en cuando para que el entorno siga siendo interesante.

Así pues resumiendo, durante al menos los primeros tres meses (idealmente 4 meses), será fundamental que los cachorros sigan con su madre y para adquirir confianza que le acompañará el resto de su vida y para que aprendan a controlar la boca y los juegos, esto facilitará la vida y la convivencia en familia.

"Existe la creencia de que los perros se vinculan más a las personas si se cogen antes, realmente lo que ocurre es que la separación temprana genera inseguridades y termina creando dependencia, ambos problemas de difícil solución (la conocida ansiedad por separación, miedos al entorno, problemas de reactividad o agresividad, …)".

Video sugerido: https://www.albertosoler.es/la-importancia-del-apego-mama-alambre-mama-trapo/


A partir de los 3 meses.

Los preparativos para la llegada.



Prepararemos la casa quitando de su alcance objetos que puedan perjudicarle, como cables y productos tóxicos, así como las cosas de valor, que como hemos comentado, tenderá a explorar olfateando, mordiendo y rompiendo. También adecuaremos el hogar para minimizar los daños provocados por la falta de control sobre sus deposiciones (como retirar las alfombras).

Equipamiento necesario:

  • Camas. Sería conveniente disponer de más de una para que el perro pueda elegir entre distintos sitios en los que descansar. Esto favorecerá la independencia y reducirá problemas posteriores.
  • Cuencos diferenciados para agua y comida.
  • Mordedores adaptados a la edad, mandíbula, … y que sean seguros para el cachorro.
  • Equipo de paseo compuesto por arnés tipo Y o H y correa de entre 2 y 5 metros. No recomendamos collar (por los múltiples e importantes daños que pueden causar en el cuello del animal), ni correas extensible (tipo flexi).
  • Transportín o algún medio de sujeción para el coche.


La llegada a la casa:

El cambio de entorno hará que el cachorro inicie su nueva vida con mucho miedo y ansiedad por ello nuestro principal objetivo será hacer una adaptación que le haga sentirse seguro lo antes posible y para ello:

    • Durante las primeras dos o tres semanas no lo dejaremos solo. La soledad, que nunca antes ha experimentado, puede provocar en el cachorro un sentimiento irracional similar al miedo a morir y le generará una inseguridad y ansiedad terribles que le perjudicarán para llegar a ser el perro equilibrado que buscamos (podemos aprovechar unas vacaciones, guarderías caninas adecuadas, familiares, etc).
    • Permitiremos el acceso a todas las zonas de la vivienda para que se familiarice completamente con toda la casa y le dejaremos explorar a su ritmo y sin interferencias. No forzaremos o aceleraremos la exploración de ella, ya que es probable que con tres meses aún no se sienta con suficiente confianza para explorar toda la casa y debemos respetarlo y darle tiempo.
    • Evitaremos las visitas durante este periodo.
    • Si tenemos menores en casa les explicaremos que el cachorro tiene miedo y que hay que tratarlo con delicadeza y que nunca deben cogerlo en brazos.
    • Le permitiremos dormir a nuestro lado (en nuestra cama o en una cama junto a la nuestra) pero en todo caso no debe sentirse sólo y debe ser atendido siempre que sea necesario. Un cachorro no debería dormirse llorando nunca.
    • No forzaremos el contacto. El perro debe tener el tiempo que necesite para adaptarse a nuestra presencia a su ritmo.
    • Las salidas al exterior serán abundantes para crear un buen hábito higiénico (al despertar, después de comer o beber, cuando se active, etc.), pero serán cortas, cercanas a la vivienda y con pocos estímulos, hasta que el proceso de adaptación se haya completado y el perro se sienta completamente seguro en la nueva casa. Aún no están preparados para controlarse, por lo que habrá que tener paciencia.
    • Si su comida está basada en pienso, no mastican y sus dientes están muy afiliados por lo que es fácil que arañen y que eso sea un problema. Para solucionar esa falta de desgaste natural y una vez vacunado y desparasitado, podemos ofrecer una vez a la semana un hueso crudo de gran tamaño y dureza (que no pueda comérselo porque no le entre en la boca y por su dureza), para que roa y desgaste los dientes un poco (el hueso antes de darlo lo congelaremos 3 semana para cerdo y un par de días para el resto). 



La convivencia con un cachorro de 3 a 4,5 meses.

El perro aún estará en el periodo de aprendizaje y exploración con la boca. La mayor parte del trabajo estará hecho gracias a la madre y los hermanos, no obstante hay que dejar objetos a su disposición que pueda morder sin peligro, para que sigan usando la boca todo lo que necesite.
Si pasa correctamente esta etapa no necesitará seguir mordiendo objetos de adulto.

Con esta edad, los cachorros además de estar vacunados, ya están preparados para exploraciones más amplias, así que una vez que superen la adaptación y hayan conseguido sentirse completamente seguros en su nueva casa, pasaremos a salir al exterior y empezaremos con los paseos de habituación y socialización.


Pautas de los paseos de habituación y socialización:

    • El objetivo de estos paseos será hacer que el cachorro se sienta seguro en el entorno de la vivienda (ruidos, tráfico, perros, gatos, personas, menores, etc.). Es importarte asegurarnos que casi todas las experiencias sean positivas.
    • Saldrán todos los días
    • El tiempo total de los paseo del día será de unos 15 o 20 minutos, repartidos en 2 o 3 paseos.
    • Se usará arnés y correa larga y nuestra actitud será calmada. Un manejo amable de la correa es fundamental para fortalecer el vínculo, por lo que es importante formarse en él. En la guía de adaptación damos unas normas básicas a tener en cuenta.
Video recomendado: https://www.youtube.com/watch?v=crMCNZOLRbc


Los primeros días los paseos serán simplemente una salida al portal donde lo dejaremos en el suelo para que se familiarice con los olores, ruidos, objetos, etc…, más cercanos a la vivienda. Al igual que en la adaptación que hicimos en la casa, evitaremos demasiados estímulos y deberemos adaptarnos al ritmo del cachorro. No lo presionaremos para que vaya más rápido, más lejos o que esté más tiempo del que él quiere. Día a día, él mismo irá avanzando, alejándose de la puerta y cogiendo confianza. Seguiremos como hasta ahora adaptándonos a su ritmo. 
También lo iremos acostumbrando al coche, podemos montarlo primero en parado, otro día arrancado, etc. 
Sobre los 4 o 5 meses -puede ser que más-, es probable que el cachorro esté preparado para un pasito más allá y podamos acudir "puntualmente" a zonas con más estímulos como por ejemplo zonas cercanas a parques para que se adapte a ruidos infantiles, zonas cercanas a salidas de tiendas, salidas en días de tormentas, presentar otras especies, etc. Pero siempre yendo de menos a más, inicialmente desde muy lejos e incluso desde dentro del coche y luego ir acercándonos a su ritmo. 
En todo momento estaremos muy pendiente de los síntomas de cansancio y en cuanto los muestre nos volveremos. Los síntomas más habituales suelen ser sentarse o tumbarse, no querer avanzar, morder la correa y mostrar sobreexcitación (mientras más cansado esté más difícil le será calmarse).
Al llegar a casa siempre se le dejará descansar aunque no aparente cansancio (le dejaremos dormir).
 


La convivencia con un cachorro de 4,5 a 8 meses.

En torno a los 4 o 4,5 meses se produce otro periodo de miedos, así que si detectamos cierta inseguridad durante estas semanas, evitaremos estímulos o experiencias fuertes o novedosas.
En los paseos se seguirá avanzando paulatinamente siguiendo los criterios mencionados en el punto anterior.
En cuanto al tiempo, irá aumentando a razón de 5 minutos por mes (por ejemplo si con 3 meses dijimos 20 minutos total al día, con 4 serían 25), así hasta llegar a los 45 o 60 minutos repartidos en 2 o 3 paseos, que sería lo adecuado para un perro adulto. 
En esta etapa los cachorros comienzan a conocer sus límites físicos, probándose con el entorno (subiendo a objetos, pasando bajo ellos, etc…) y sobre todo jugando con otros perros.
  • El juego con otros perros.

Será un juego bruto e intenso y sin apenas carreras. El juego debe tener suficientes paradas que permitan al cachorro calmarse cada cierto tiempo. Lo ideal es que sea controlado por algunos perros adultos equilibrados que pueden acercase a jugar un poco y cuando consiguen la atención de los cachorros se paran a olfatear algo y los cachorros le imitan y se calman. Si no hay un perro adecuado para este control, debemos ser nosotros los que hagamos esa función que es esencial, la mejor forma sería desviando su atención hacia otra cosa, como por ejemplo con comida, aunque se puede hacer de otra forma si esa no funciona.
En todas las etapas debemos evitar la sobreexcitación, ya sea motivada por el juego, por un entorno demasiado estimulante, etc... 
Estos juegos son fundamentales para el adecuado desarrollo del cachorro, así que debemos buscar la forma de que disfruten de ellos a diario. 
En esta edad, los cachorros pierden lo que se conoce como “licencia de cachorro”, por lo que puntualmente podrían ser corregidos por un perro adulto si se comporta de manera inadecuada.
  • El juego con el entorno:
Lo ideal sería que se lo hicieran en un entorno natural, saliéndonos de los caminos y que el perro se pruebe a sí mismo campo a través, aunque también se puede trabajar con pistas de propiocepción. 
Los juegos, de propiocepción o de cualquier otro tipo, deben ser adecuados al perro, ni muy difíciles que lleven al perro a la frustración, ni muy repetitivos o aburridos, ni muy excitantes tipo el lanzamiento de objetos que no son nada adecuados. 
http://trankican.org/enriquecimiento-ambiental-en-perros/
Enriquecimiento ambiental

Hasta que se complete esta fase de juegos no podemos pedir al cachorro que tenga autocontrol ya que precisamente es ahora cuando él mismo empieza a trabajar ese autocontrol (aprenden a acercarse más lentamente, a dejarse oler quedándose quietos…).
Se procurará que la mayor parte de las experiencias sean positivas. A esta edad no están todavía preparados para gestionar la mayoría de los problemas, siempre cuidando de no ser excesivamente protectores ya que es fundamental que experimenten para que aprendan, así que tenemos que buscar un punto de equilibrio. 
Según se vaya haciendo adulto irá adquiriendo herramientas para gestionar situaciones más complejas. 

Al completar esta etapa (como siempre unos perros tardarán más y otros algo menos), los perros ya tendrán muchas capacidades, entre otras cosas: 

    • Serán capaces de controlar completamente su cuerpo tanto en movimientos rápidos, como en lentos y precisos -incluso ya controlarán sus esfínteres y a penas habrá escapes-. 
    • Harán una correcta presentación (curvas, movimientos lentos, paradas, etc). 
    • Se podrán quedar quedar quietos para dejarse oler o para salir airosos de una situación tensa. 
    • Y además ya no tendrán tanta tendencia a jugar a lo burro con otros perros.
Estas nuevas capacidades permitirán al perro relajarse lo suficiente para empezar desde la calma a conocer mejor el mundo de olores (veremos cómo le atraen los olores de arboles, esquinas, de otros perros, ...), coincidiendo además esta maduración con la adolescencia y con la atracción hacia los olores relacionados con el apareamiento.
 

Creencias populares erróneas:
  • La creencia de que a los perros hay que cansarlos físicamente para que estén relajados es errónea. El cansancio no equivale a relajación, sino que provoca gran estrés y posibles problemas de comportamiento.
  • Nunca utilices el castigo con tu perro, eso deteriora el vínculo, la autoestima (volviéndolos inseguros, con los problemas posteriores a la hora de dejarlo solos en la casa, etc) y además está demostrada la relación entre los castigos y la agresividad en perros.
  • A veces aparece la protección de recursos en los perros, como por ejemplo con la comida, esto ocurre cuando un recurso u objeto adquiere gran valor porque el perro piensa que lo puede perder o se lo pueden quitar. La solución es alejarse y nunca quitárselo, el perro por sí mismo se dará cuenta que no tienen necesidad de protegerlo y dejará de hacerlo.
  • El gruñido en principio sólo es comunicación, el que un perro gruña es un síntoma de que se siente relativamente bien con nosotros y es capaz de mostrarnos su malestar. Por esto el gruñido debe ser respetado:
    • Lo primero que haremos es separarnos o dejar de hacer lo que estamos haciendo, que es lo que nos está pidiendo el perro.
    • Lo segundo, analizar qué ha podido molestar al perro (manipulación brusca o incorrecta, protección de recurso, acercamiento inadecuado, etc…) y así poder corregir nuestra conducta.
    • El perro comprenderá que se le entiende y poco a poco se irá comunicándose de manera más suave.
  • La obsoleta teoría de la dominancia en perros, que genera graves problemas.
    • Resumiendo un poco, podemos decir que esta teoría proviene de mediados del siglo XX y se hizo muy conocida a través de David L. Mech, un conocido trampero que estudió a unos lobos a los que habían metido en un recinto. El obligar a lobos desconocidos a convivir produjo grandes tensiones y conflictos entre ellos y de estos comportamientos, Mech dedujo cómo eran las relaciones de los lobos en la naturaleza y escribió un libro (Wolf) que popularizó la teoría de la dominancia y que a día de hoy ha vuelto a resurgir con mucha fuerza gracias a realities con perros que han emitido diversas en cadenas televisivas.
    • Para entenderlo es como si un sociólogo sacara conclusiones de cómo se relacionan las personas observando los comportamientos que se producen en una cárcel de máxima seguridad y luego varios realities mostraran durante años, como tratar a niños con problemas, usando los métodos de solución de los conflictos de la carcel.
    • El propio Mech (que tras estudiar en la universidad, evolucionó de trampero a trabajar con científicos), años más tarde siguiendo métodos científicos analizo en esta segunda ocasión a lobos en libertad y comprobó que en un entorno natural no había lobo alfa, ni manadas, ni los conflictos de dominancia, sino que lo que había eran familias lideradas de manera natural por los padres.
    • Tras darse cuenta de su error inicial, intentó modificar el libro, pero la editorial no lo permitió ya que era un libro de gran éxito.

Video sugerido:  https://www.youtube.com/watch?v=LAHyqI2VOB8
 

Bajo la mal formulada teoría de la dominancia y la mala influencia de estos realities, se justifican cientos de ideas que realmente no tienen ninguna justificación real, ni sentido y que en definitiva perjudican la convivencia. Nombraremos algunas:
  • No dejar que el perro pase por una puerta antes que nosotros o que camine delante o coma antes que las personas, etc.
  • El perro tiene que estar en el suelo para que esté siempre por debajo de nosotros, y nunca estará en un sitio privilegiado (cama, sofá, etc.).
  • No dejar ganar nunca al perro en ningún juego, ni dejar que sea el perro el que inicie o termine ninguna interacción, ya sean juegos, caricias, etc.
  • Hay que tener mano dura y no permitir al perro mostrar ningún tipo de malestar (gruñidos, etc). En estos casos se suele aconsejar cosas como, tumbarlo de lado (alfa roll) o cualquier otro trato brusco.
  • Empujar al perro al pasar, el perro debe levantarse y quitarse del paso de las personas.









Todos las imágenes corresponden a perros en adopción. 

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